martes, 28 de abril de 2015

nombres quemados por el sol (Jenaro Talens)

La memoria. Los ojos. Los nombres llenos de raíces.
Una ciudad fantasma hecha de arcilla.
Miro ese hueco inmenso donde fui: los otros,
en noches largas como mi deseo.
La luz me piensa. Escucho
cómo tu cuerpo hilvana los atardeceres
en esta claridad recién llovida
y se posa en la piedra. Ah, si anunciase
el gorjeo del sol y el agua inmóvil.
¿Oyes?, la noche habla
y un aire arrecia sobre el promontorio
que forman mis dos manos sobre ti.
Mañana habremos de inventar el tiempo,
abrir sus puertas a la luz
para que en este cielo que se desmorona
crezcan de nuevo nombres como frutos,
una semilla de conciliación.

Jenaro Talens