cómo pesa un nombre y qué lastre para toda la vida _ si fuésemos un poco inteligentes dejaríamos de ponernos nombres y nos llamaríamos según el brillo de cierta mirada o por la intensidad de un gesto o acaso por el ritmo del habla o del cuerpo al andar o al menos usaríamos nombres diferentes acordes con el pulso del momento y con quienes creamos ser entonces
No hay comentarios:
Publicar un comentario