Un lamento metálico repite la misma nota apagada en la memoria. Ahora recuerdo: la mano temblando sobre el oro, un acorde soterrado, la sordina que atenaza aquel lamento en la hiriente dulzura de lo agudo. Y esa imagen turbia: la mano que en la danza lenta abandona la escena para dar su humo a una boca que no está. Trompeta en la noche: Davis dividiendo el silencio frío con el fuego contenido de su jazz. Y Coltrane, y Bill Evans, y Paul Chambers, y Jimmy Cobb. Y nosotros, en la escucha.
lunes, 24 de octubre de 2011
blue in green
Un lamento metálico repite la misma nota apagada en la memoria. Ahora recuerdo: la mano temblando sobre el oro, un acorde soterrado, la sordina que atenaza aquel lamento en la hiriente dulzura de lo agudo. Y esa imagen turbia: la mano que en la danza lenta abandona la escena para dar su humo a una boca que no está. Trompeta en la noche: Davis dividiendo el silencio frío con el fuego contenido de su jazz. Y Coltrane, y Bill Evans, y Paul Chambers, y Jimmy Cobb. Y nosotros, en la escucha.
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